1.       Corazón y sistema vascular

Efecto antitrombótico, debido a su propiedad antiagregante plaquetaria.

Reducción de arritmias, previniendo la taquicardia y la fibrilación, al estabilizar eléctricamente la membrana de las células del miocardio.

Reducen la hipertensión al eliminar los depósitos de grasas y plaquetas en el endotelio vascular, recuperando la flexibilidad de los vasos y disminuyendo la densidad sanguínea.

Regula los lípidos plasmáticos (colesterol y triglicéridos), equilibrando la relación entre HDL y LDL (colesterol ‘bueno’ y ‘malo’) y disminuyendo la peroxidación de lipoproteínas.

Disminuyen la respuesta inflamatoria, promueven la reparación endotelial, la adhesividad vascular, mejorando la flexibilidad de las paredes vasculares, previniendo arterioesclerosis, varices, roturas capilares, etc

 

2.       Patologías reumáticas e inflamatorias

La inflamación se produce por la liberación de los eicosanoides a partir del ácido araquidónico, originando los autacoides pro-inflamatorios y los tromboxanos TXA2, los primeros responsables de arterioesclerosis, trombosis, artritis, asma, dermatitis, etc, y los segundos son potentes vasoconstrictores, pro-agregantes y aumentan la presión sanguínea. El EPAes responsable de la producción de prostaciclina 3, potente vasodilatador, antiagregante y reductor de la presión sanguínea y de los tromboxanos TXA3, vasoconstrictores débiles y antiagregantes, por lo que resulta decisiva la adecuada proporción entre omega 3 y omega 6 para regular los procesos inflamatorios, importante en procesos patológicos como:

 

Osteoporosis, al facilitar la remineralización del cartílago y favorecer los factores anabólicos que permiten la formación y absorción ósea.

Artritis reumatoide, al reducir los procesos inflamatorios.

Enfermedad de Crohn, reduciendo la inflamación y dificultando el desarrollo de bacterias relacionadas con esta enfermedad, como el H. pylori.

Asma, el desequilibrio con la ingesta de ac. Linoleico, incrementa la síntesis de leucotrienios, aumentando la inflamación de la mucosa bronquial, agudizando la sintomatología asmática. Los omega 3 reducen estos procesos inflamatorios.

3.       Sistema nervioso

Los omega 3 establecen conexiones químicas fundamentales con las cadenas de fosfolípidos y resultan esenciales para el equilibrio de las células del tejido nervioso, casi la mitad de la materia blanca y gris está compuesta por fosfolípidos. ElDHA es un componente importante de la corteza cerebral, así como de la membrana sináptica de las células nerviosas, resultando imprescindible para un normal desarrollo de las funciones y actividades neuronales.

Desórdenes mentales y neurológicos, la membrana neuronal contiene altas concentraciones de DHA, casi un 25%, la disminución de los depósitos de omega 3, especialmente de DHA, produce alteraciones de la funcionalidad de la membrana, pudiendo ocasionar depresión, agresividad, esquizofrenia y otras enfermedades mentales y neurológicas.

Dislexia, se han constatado síntomas clínicos de deficiencia de ácidos grasos omega 3 en disléxicos, confirmados con pruebas bioquímicas. El tratamiento con omega 3 produjo mejoría en la visión y en la comprensión de estos enfermos.

Depresión, la falta de DHA no es la única razón de la depresión, pero hace que los individuos sean más propensos a padecerla.

Hiperactividad y atención, se ha demostrado, en un estudio con 100 niños, que los que tenían menores niveles de omega 3 presentaban mayores problemas de aprendizaje y comportamiento (rabietas y trastornos de sueño) que los niños con niveles normales de ácidos omega 3. La suplementación de la dieta con ácidos omega 3 mejoraba los síntomas y el estado fisiológico.

Alhzeimer, la composición de nuestro cerebro contiene un 60% de ácidos grasos, que éstos sean de la calidad apropiada y estén en la proporción debida incide en el normal funcionamiento cerebral. El aporte de omega 3 previene las pérdidas de memoria y la demencia senil.

4.       Membranas celulares y piel

La composición de las membranas celulares contiene una cantidad importante de omega 3, si ésta cantidad no es la adecuada se altera la permeabilidad de la membrana, impidiendo que puedan penetrar, a través de ella, todos los nutrientes necesarios para su normal funcionamiento biológico, o que a través de la membrana salgan todas las toxinas producidas por su biología. En ambos casos se produce una alteración en el funcionamiento celular, que puede ocasionar múltiples patologías. Es por lo que el aporte en la dieta de ácidos omega 3 puede prevenir y corregir tantas enfermedades.

 

En el caso de la piel, el órgano más extenso de nuestro cuerpo, los omega 3 aportan elasticidad y resistencia, mejorando los problemas de dermatitis atópica, hiperqueratosis, manchas, acné, eczemas, soriasis, etc.

 

5.       Embarazo y lactancia

Tanto en el embarazo, como en el crecimiento y desarrollo de los niños, los ácidos grasos esenciales resultan vitales para la formación de las membranas celulares y los nuevos tejidos, hasta tal punto que el aporte de ácidos omega 3 durante el embarazo va a promover una menor incidencia de parto prematuro, hipertensión y depresión post-parto, y en el recién nacido mayor peso, mayor longitud, mayor perímetro pericraneal, mayor agudeza visual, menor probabilidad de hiperactividad y mejor maduración del sistema inmune.

 

6.       Otros beneficios:

 

·         Diabetes tipo II

·         Hipertrigliciridemia

·         Afecciones oculares (ojo seco, retinopatia, etc.)

·         Enfermedades autoinmunes.

·         Formación de oncogenes y, en consecuencia, de tumores.